Entrevista con Francisco García Serrano

Libro: El Guión, nº 8, 1ª época
Cuaresma 1993

     Otoño en Sevilla. Nos encontramos aquí para conocer un poco más a Francisco García Serrano, ya que en sus talleres se está confeccionando el nuevo palio para nuestra Virgen de la Caridad.

     Hace una mañana fresca y multitud de nubarrones otean el horizonte de la capital hispalense. Paco, este sevillano con nostalgia de su barrio de la Macarena, nos lleva a visitar a su Virgen de la Esperanza.

-Bueno sí, soy un macareno de toda la vida. Nací y me crié aquí. Mi desgracia es que tuvimos que marchar, como le pasó a multitud de macarenos, y mi deseo es volver a vivir otras vez aquí. Eso es lo que yo más anhelo en esta vida.

     Seguimos paseando por su barrio. Junto a las murallas una banda de cornetas y tambores está ensayando, según nos dice, preparándose para la cabalgata de Reyes. En este punto, Paco nos comenta sus comienzos en el mundo del bordado:


-Nosotros aprendimos con unas religiosas del convento sevillano de las Trinitarias. Por entonces yo era mayordomo de la Hermandad de Penitencia de los Dolores, y allí nos fuimos soltando haciéndole algunas cositas a la Virgen, hasta que decidimos montar nuestro propio taller junto con mi esposa; su madre, que tiene unas manos maravillosas para bordar; y mi hermana. Siempre trabajando en equipo. Y no nos va mal desde entonces, no fallando a ninguna Hermandad, que para mí es lo básico.

     Nos adentramos en una cafetería para aliviar el frio, y en un ángulo del local, entre multitud de fotos de Semana Santa, una inscripción en cerámica muy significativa “Rincón Cofrade”. No podíamos haber encontrado un sitio mejor. Pedimos unos cafés, y ya, con más serenidad continuamos nuestro dialogo.

-Gracias a Dios, el trabajo no nos ha faltado, y tenemos enseres en multitud de hermandades sevillanas, como en la Esperanza de Triana, los Dolores del Cerro, la Hermandad del Rocío de Sevilla Sur, la de Madre de Dios…; y fuera tenemos trabajos en Cádiz, Huelva, Granada, Madrid, Canarias y, por supuesto, ahora en Vélez-Málaga.

     En esos momentos, comienzan a doblar las campanas de la Basílica de la Macarena. Hacemos un paréntesis en nuestra charla. Paco se relaja, se abstrae, y se le dibuja una sonrisa evocadora; añoranzas de su infancia, supongo. Yo, le vuelvo a la realidad para preguntarle por el nuevo palio para María Santísima de la Caridad.

-El palio de Vélez-Málaga, que ya se vio el frontal el año pasado, es un dibujo valiente. Me refiero a que hay hojas muy complicadas. Replantearlo nos costó varios días, y creo que salió bien. El diseño de Don José Ruíz Núñez es bueno y muy bonito. Se sale un poco de los cánones, pero si ser tampoco demasiado modernista. Ha quedado muy bien: ese fleco, esa corona airosa arriba…; y los laterales, que eso si será novedoso en vuestra ciudad porque van completos, o sea, cerrados. Yo creo que en Vélez-Málaga va a ser de los mejorcito que va a salir.

Va todo bordado a realce, esto es, bordando las piezas aparte, y después colocándolas sobre el terciopelo, que es la fase más enriquecedora, donde se añaden las perlas, pedrerías etc. Se han utilizado materiales de primera calidad, tanto en el terciopelo, como en los hilos de oro fino, y sobre todo “echao” con mucho amor, con mucho cariño. Bueno, cuando se borde la parte interior, queremos que siga llevando el mismo dibujo, pero dándole otros matices, quiero decir, que si una hoja va bordada con un “zetillo” por dentro vaya con un “ladrillo”, que se vea la misma cara pero con distintas tonalidades, que siempre enriquecerá la obra.



     Mientras vamos apurando el café, nos apartamos un poco de lo que es el bordado para seguir nuestra conversación por otros derroteros. Hablamos un poco de todo, pero sobre todo, del viaje que hizo a nuestra ciudad con motivo del XX aniversario de nuestra cofradía. A mi pregunta de qué impresión de llevó de nuestras hermandades, Paco nos contestó.

-Yo dije una vez en la radio de aquí, de Sevilla, que me había quedado sorprendido de la Semana Santa que tenéis en Vélez-Málaga. Yo conocía la de Málaga, la de Antequera…pero me quedé maravillado con lo que tenéis allí, y creo que está por descubrir. La culpa, pues creo que en parte la tenéis vosotros los veleños, ya que habría que divulgar vuestra Semana Santa como sea, eso no se puede quedar jamás para vosotros solos.

     Miro el reloj, y veo que las horas han pasado en un suspiro. Nos tenemos que marchar, pero antes de regresar a nuestra querida Axarquía, le pregunto a Paco si vendrá este Viernes Santo para ver su palio por las calles veleñas.

-Yo quiero, lo que pasa es que encerramos a la Macarena sobre la una y media de la tarde y tendremos que aligerar un poco. Espero estar allí, seguramente estaré, espero disfrutar. Sobre todo darle las gracias a la Cofradía de la Caridad, que se han portado conmigo y con mi familia maravillosamente, y a la gente de Vélez, bueno, que se me han abierto las puertas de par en par. Y vuelvo a lo mismo, que se tiene que promocionar vuestra Semana Santa, que no se pueda quedar para veinte mil personas,  que la tenemos que disfrutar mucho andaluces, que debe estar en primera línea como la de Sevilla o Málaga, y la gente tiene que admirar la Semana Santa de Vélez-Málaga que de verdad que es una maravilla.



    Gracias a ti Paco, hemos tenido el placer y la suerte de conocer, no sólo a un gran artista, sino a una gran persona verdaderamente genial y entrañable. Que la Esperanza Macarena, y ahora también tu Virgen de la Caridad, te proteja y vele por ti y los tuyos.