Libro: El Guión, nº 14, 4ª época
Cuaresma 2013
Este año celebramos el cuarenta aniversario de la primera salida procesional de María Stma. de la Caridad, una efeméride digna de reseñar, pues han sido cuatro décadas de cariño y devoción a nuestra Sagrada Titular y casi veinte a su hijo, el Stmo. Cristo del Amor.
En
todo este tiempo, la franciscana cofradía ha vivido grandes cambios, ha crecido
como hermandad, y en ocasiones, ha realizado hitos históricos en nuestra Semana
Santa.
Pero
lejos está el presente artículo de atiborrar con una extensa biografía de este
casi medio siglo de hermandad, más bien se ha pretendido reflejar el día a día
de esta corporación reflejando algunos
datos curiosos o divertidos que escapan normalmente al conocimiento general,
pero que denotan en muchos casos otros tiempos y otras maneras de hacer Semana
Santa, contar alguna anécdota, pues no
todo es seriedad en nuestras cofradías, y descubrir detalles sobre algunos enseres, imágenes etc. Comencemos
pues con este recorrido por estos cuarenta años:
Capilla-vertedero
La capilla
donde desde hace mas de 40 año se les da culto a los Sagrados Titulares de esta
Franciscana Cofradía, es como todos sabemos, culmen del barroco en nuestra
ciudad, su cúpula recientemente
restaurada, rebosa de arte en sus
yeserías y rocallas, una joya que lo era más aun en la antigüedad, cuando D. Juan Antonio Palomino y Vargas, pidió en
su testamento (1.722) ser enterrado en la recién construida capilla del “Buen
Pastor”, ya que esos ornamentos cubrían
prácticamente todas las paredes de la capilla, hasta la llegada de la contienda
civil en 1.936, donde este santo lugar, al igual que el resto de la iglesia,
sufrió las iras de la sinrazón.
Pero curiosamente, y a pesar de la riqueza artística que a pesar de los daños seguía teniendo la capilla, cuando en 1.972 el recordado Padre Dionisio (q.e.p.d.) les cedió ese lugar a la por entonces nueva cofradía de la Caridad, la tan actualmente ponderada capilla, estaba por aquellos años totalmente abandona, sirviendo solamente para dejar trastos inservibles y restos de canastillas de flores secas que se quitaban de los otros altares y allí se depositaban, por lo que los jóvenes cofrades “carideños”, se afanaron durante varias jornadas en limpiar, pintar y adecentar tan bello lugar hasta dejarla como los chorros del oro, bueno, en este caso como la purpurina, que era a lo único que se llegaba.
Pero curiosamente, y a pesar de la riqueza artística que a pesar de los daños seguía teniendo la capilla, cuando en 1.972 el recordado Padre Dionisio (q.e.p.d.) les cedió ese lugar a la por entonces nueva cofradía de la Caridad, la tan actualmente ponderada capilla, estaba por aquellos años totalmente abandona, sirviendo solamente para dejar trastos inservibles y restos de canastillas de flores secas que se quitaban de los otros altares y allí se depositaban, por lo que los jóvenes cofrades “carideños”, se afanaron durante varias jornadas en limpiar, pintar y adecentar tan bello lugar hasta dejarla como los chorros del oro, bueno, en este caso como la purpurina, que era a lo único que se llegaba.
Juan Acosta
Tan estupenda
quedó la capilla, que unos meses después, las imágenes del Cristo de la Salud,
Jesús El Pobre y la Virgen de la Esperanza, acompañaron a la Caridad en su
capilla por algunas jornadas.
Otra
historia en referencia a este santo lugar sucedió cuando el gran y recordado
cofrade veleño, Don Juan Acosta Nadales, (q.e.p.d.), sabiendo que la joven cofradía estaba buscando
barras de palio para el trono de la Virgen de la Caridad, donaba unas de su
Cofradía de la Amargura y además regalaba la nada despreciable cantidad de
25.000 pesetas de la época, pero con la condición de que nosotros dejáramos la
capilla para el depositar allí sus
imágenes de El Gran Poder y a la Virgen del manto rojo. Otros tiempos y otra
forma de entender lo que es ser “cofradía”.
Los ángeles de la Caridad
El trono
de María Stma. de la Caridad, que este año volverá a recuperar todo su
esplendor como trono de palio, es uno de los ejemplos más destacados del
neo-barroco andaluz en nuestra Semana Santa.
Realizado
en 2.000 por los talleres sevillanos de
Manuel de los Ríos en alpaca plateada, destacan sus tres grandes capillas con
dobles columnas de orden corintio, donde se alojan las imágenes de San Francisco, San
Antonio y San Sebastián. Pero donde de verdad radica la grandeza de esta
obra es en la multitud de detalles que
atesora, a modo de ejemplo, vamos a realizar un recuento de las reproducciones
de ángeles y arcángeles que aparecen en las distintas partes del trono.
En el
cajillo tenemos seis en cada una de las tres capillas principales, más otros
seis en cada una de las ocho capillas de las esquinas. Cuatro en cada barra de
palio que son doce, mas tres en la base de cada arbotante, a los que hay que
sumar 12 de las respectivas cabezas de varal y dos del aro de campana; lo que
haciendo los cálculos pertinentes nos da lo siguiente:
(6x3)+ (6x8)+
(4x12)+ (3x4)+12+2 = 140
En total
tenemos la nada despreciable cantidad de 140 querubines, aunque habría que
añadir uno más, el ángel más querido por
la cofradía, el propietario del varal A-8, nuestro hermano y vocal de formación
Ángel
Ginés Cabello.
Peana de bendición
Hablando
del trono, la peana que sustenta a la Stma. Virgen de la Caridad, la realizó
también Manuel de los Ríos pero en 1.998, y se utilizó por primera vez en el
25º aniversario de la cofradía para coronar litúrgicamente a nuestra Sagrada
Titular, lo que no todo el mundo conoce es que esta magnífica peana se ha
utilizado para bendecir otras imágenes marianas de Vélez-Málaga, en un ejemplo
de hermandad y ayuda entre cofradías.
Así es,
pues el 7 de Febrero de 2.003, y en la Parroquia de San Juan, la portentosa
talla salida de las manos del veleño Israel Cornejo, Ntra. Sra. Del Mayor Dolor,
de la Cofradía de los Vigías, recibió el
agua bendita que la convirtió en co-titular de esta señera hermandad sobre la
peana cedida para tal ocasión.
En este
mismo templo y el 3 de Diciembre de 2.011, le llegó el turno a la imagen de
María Stma. de la Estrella Madre de la Iglesia de la Hermandad del Resucitado,
donde la peana de la Caridad, ayudó a engrandecer si ello fuera posible, la
belleza de esta talla mariana.
Cosas de niños
Es
costumbre en esta y otras hermandades, que la solicitud de venia para pasar por
la tribuna oficial, sea realizada por algún niño, normalmente hijo de algún
cargo de la Junta de Gobierno. En esas estábamos un Viernes Santo de hace ya algunos
años, cuando a un jovencísimo hermano de la cofradía le tocó este honor. Y allí
estaba aquella mañana en el tinglado rodeado por su padre y otros cofrades
repitiendo una y otra vez la conocida fórmula protocolaria; -“La Cofradía del
Stmo. Cristo del Amor y María Stma. de la Caridad solicita la venía para poder
pasar por esta tribuna oficial. –“La Cofradía del Stmo. Cristo del Amor y…”
hasta que de repente se quedó callado y pensativo, y clavando sus inocentes
ojos hacia su progenitor, le espetó la siguiente pregunta: -“Papi, y si me
dicen que no”, ¿Qué hago? Como se pueden imaginar, la carcajada general resonó
en toda la plaza.
Tinglado itinerante
El
saber desde donde salía nuestra procesión cada año, era en una época la gran incógnita
de la Semana Santa veleña. Aunque en honor a la verdad, en la gran mayoría de
los cambios del lugar donde se montaba el tinglado, era por causas ajenas a la
Hermandad, pero que no quita en tener un largo recorrer por calles y plazas de
nuestra ciudad. Haciendo un breve resumen podemos decir que la Cofradía de la
Caridad ha salido desde el interior de la iglesia de San Francisco, desde la
Plaza de España, Pescadería Vieja, Plaza de San Cayetano, Calle la Carrera, Nave
Museo, Plaza Palacio, Plaza de San Francisco, Calle Evaristo Guerra, Plaza de
la Constitución lateral de “Los Pósitos”, y
Plaza de la Constitución lateral de “La Muralla”. Aparte también se ha encerrado en sitios tan
dispares como Parque de bomberos, Nave Museo o interior del mercado de
minoristas.
La Banda de la Caridad y los
pueblos de Andalucía
Una de las ventajas de tener una
banda de cornetas y tambores en la cofradía, es el de conocer otras Semanas
Santas, otras formas de entender esta manifestación pública de fe. Un año, en
la localidad almeriense de Albox, vivimos una experiencia digna de ser
estudiada antropológicamente, les cuento: Es costumbre en muchos pueblos y
ciudades, que antes de comenzar la procesión se realice un pasacalles hasta la iglesia o casa hermandad
para ir anunciando que falta poco para la salida. Pues bien, en Albox también
ocurre, solo que cuando la banda llegó a la altura de un edificio, el
responsable de la cofradía nos paró y ordenó que se tocara la Marcha Real, y cual
no fue nuestra sorpresa cuando vemos que desde una ventana del tercer piso
bajan con una cuerda el estandarte del Cristo, después, tras recorrer algunas
calles y desde otro bloque, bajaron el guión; desde un cuarto piso de otro edificio cercano
a la plaza, la cruz-guía, y así hasta
que se recogieron todos los enseres con la música del Himno y se pudo comenzar
la procesión. Vivir para ver.
Inscripción Cristo
Este
año, aparte de celebrarse el 40 aniversario de la primera salida procesional de
la Virgen de la Caridad, también se cumplen 20 años de que el Stmo. Cristo del
Amor fuera realizado. Para corroborarlo,
hay una pequeña inscripción realizada por su autor y situada en la parte
trasera del paño de pureza de nuestra imagen titular que reza lo siguiente: “Me hizo Manuel Hernández León – Sevilla 1.993”
Descendimiento y franciscanos
Cuando
nuestra cofradía se planteó realizar el misterio del Descendimiento de Cristo,
la idea fue muy bien acogida por el recordado Padre Julián Marcos, que de hecho
bendijo la imagen del Stmo. Cristo del
Amor en 1.994 y de Santa María Magdalena el 11 de Julio de 1.998. Pero no fue
solo Fray Julián quien participó de esta idea,
hasta tres “Hermanos de la Orden de Asís” apoyaron y rociaron con agua
bendita al resto de tallas del grupo escultórico por este orden; San Juan
Evangelista lo fue el 10 de Marzo de 1.996 por Fray Santiago Rincón (q.e.p.d.),
los Santos Varones el 15 de Febrero de 2.003, por Fray José Antonio Matías, y
por último María Salomé y María Cleofás fueron bendecidas el 13 de Marzo de 2.004, por Fray Eugenio
Martínez.
Aquí
finaliza este articulo donde seguramente han quedado atrás muchísimas historias
y anécdotas ahora que la Hermandad abre un nuevo capítulo en su ya dilatada
biografía. Cuarenta años de vivencias y
sobre todo de profundo sentimiento y devoción a los sagrados inquilinos de la
Capilla del “Buen Pastor” el Stmo. Cristo del Amor y la Stma. Virgen de la
Caridad.