Libro: El Guión nº 7, 3ª época
Cuaresma 2006
“Tocad la cítara para el Señor
Suenen los instrumentos:
Con clarines y al son de trompetas
Aclamad a Rey y Señor.”
Salmo 5-6
El próximo mes de octubre, la banda de cornetas y tambores de la
cofradía de la Caridad, celebrará el XV aniversario de su fundación. Tres
lustros intentando engrandecer la cultura musical de nuestra Semana Santa.
Atrás quedaron ensayos, procesiones, conciertos…pero siempre con el orgullo de
representar a Vélez-Málaga y a sus Sagrados Titulares.
Y no ha sido fácil el camino para llegar a esta efeméride, pues como
en todo, estos quince años han estado salpicados de problemas, dificultades y pérdidas
irreparables, pero la ilusión de los cientos de jóvenes que han pasado por la
banda, el esfuerzo de los distintos directores, y el apoyo de esta su cofradía,
han hecho que hoy estemos hablando de la decana de las bandas veleñas.
Y todo comenzó paradójicamente con la desaparición de dos bandas a
finales de los años 80 del siglo pasado, la de la cruz roja, y la de cornetas y
tambores del colegio malagueño de Miraflores y Gibraljaire.
La veleña banda de la cruz roja, acompañaba tradicionalmente por esa
época, a la por entonces cofradía de María Stma. de la Caridad en sus procesiones
del viernes santo, pero por motivos de todos conocidos, esta institución dejó
de prestar este servicio, por este motivo la hermandad comenzó a buscar otra banda para su
desfile procesional, pero las que vinieron, no dieron la talla.
Finalizada la semana santa de 1.991, llegó a oídos de la cofradía que
el colegio de Miraflores y Gibraljaire, vendía los instrumentos y complementos
de su banda de cornetas y tambores, pues el centro docente quería apostar más por
la banda de música, por lo que la hermandad veleña los adquirió para en un
futuro, crear una banda en la propia cofradía.
Al poco tiempo, entró en escena alguien que iba a hacer muy importante
en los primeros años de la banda, José María Pacheco Ortega, que se comprometió
con la cofradía a organizar la banda y enseñar a los jóvenes de la hermandad.
Aun recuerdo el primer ensayo de esta banda, fue en la caseta de feria
que la cofradía de la Sentencia tenía en la explanada de la estación, y
recuerdo también cuál fue nuestra sorpresa al contemplar los cientos de niños y
jóvenes que se presentaron a las pruebas para ingresar en la banda.
Ya en la Cuaresma de 1.992, fue la puesta de largo de la banda de la
Caridad. El escenario no podía ser otro que el patio del convento de San
Francisco, y el maestro de ceremonias D. José Ruíz Núñez, que presentó a los
por entonces 58 componentes de la banda, uniformados con pantalón azul marino
con vivos en rojo, camisa blanca, jersey azul con ribetes en rojo y morado,
colores de la cofradía, en las mangas,
galas en blanco y la tradicional boina en color rojo.
A modo de nota histórica, se puede decir que su primera marcha fue “La
Pilarica” y su primer desfile procesional lo realizó con la Cofradía de Ntro.
Padre Jesús e su Triunfal Entrada en Jerusalén (Pollinica) en la tarde del
Domingo de Ramos de 1992.
En 1.996, la banda va ganando en prestigio y en uniformidad, pues se
cambia el jersey por casaca en color rojo con cuello y bocamangas en azul, y
botonadura y galas en dorado, también incorpora el cinturón para la casaca,
este es de color azul, donde la hebilla es una reproducción en metal troquelado
del escudo de la hermandad, así mismo desaparece la boina roja, por lo que durante
varios años los componentes de la banda, salen con la cabeza descubierta.
El 21 de febrero de 1.998 se celebró con motivo del 25º aniversario de
la cofradía la coronación litúrgica de la Virgen de la Caridad, titular de la
hermandad y de su banda, pero antes, y de nuevo en el patio del convento
franciscano, otra vez D. José Ruíz Núñez contó a los presentes una historia
sucedida varios años atrás, la primera actuación de la banda, pero aquella
banda infantil con jersey, boinas e instrumentos de segunda mano, se había
transformado en una gran banda, con uniformes de gala, cascos de rica
orfebrería con penachos de plumas blancas naturales e instrumentos de primera
calidad.
1.998 fue el punto de inflexión para que la banda llegara a su mayoría
de edad, donde se creció no solo en uniformidad y seriedad en la calle, sino y
mas importante en musicalidad. Y gran culpa de ello la tuvo la inolvidable
figura de D. Ramón Alaminos Castro, Ramón fue el que incentivo a los miembros
de la banda a crecer en sus conocimientos musicales, el que dejó atrás lo de
tocar de oído, el que introdujo nuevos instrumentos, y les enseño a leer
partituras, creando en definitiva música para nuestra semana santa.
De esta manera la banda comenzó
a participar en certámenes y conciertos por toda Andalucía, destacando el
celebrado el 15 de noviembre de 1998 en Sevilla, siendo la primera banda veleña
en tocar en la ciudad cuna de las agrupaciones musicales de Semana Santa, y representando
a Málaga en el lll certamen de bandas de cornetas y tambores de Andalucía,
celebrada en la hispalense Plaza de España.
Después vinieron mas conciertos y desfiles procesionales en Almería,
Campillos, Alameda, Nerja, Albox, Mancha Real, Motril, Salobreña, Porcuna Úbeda,
Baeza, Martos, Puente Genil, en Sevilla en varias ocasiones y un largo etcétera.
En todos estos lugares dejando al impronta de una gran banda, y
recibiendo trofeos, placas y reconocimientos; pero quizás el más recordado fue
el que se le entregó en nuestra ciudad gracias a la “Peña El Bullicio” con la
Cruz Guía Honorífica.
Pero Ramón se tuvo que marchar, y en el verano de 2001 partió para la “Ciudad
de Dios” donde desde entonces ofrece solos de corneta “in situ” para su Cristo
del Amor y su Santa Madre de la Caridad.
Mientras, su banda y su cofradía no lo olvidaron, imposible olvidarlo,
y aparte del Homenaje Póstumo celebrado en el Teatro del Carmen el 2 de febrero
de 2002 junto a la sevillana Banda del Sol, se instauró el galardón “Memorial
Ramón Alaminos Castro”, el cual se otorga al componente de la banda que
destaque más en cada año.
Tras la marcha de Ramón, cuatro de sus grandes amigos, continuaron con
su labor al frente de la banda. Francisco Rodríguez y Francisco Moreno como
directores de la misma, y Pablo López como director musical, al que se unió
Juan Manuel Fernández Carranza componente de la sevillana banda del Sol y autor
de la mayoría de las marchas propias que interpreta la banda, con lo que siguió
creciendo a pesar de las dificultades.
Y así llegamos al 12 de febrero de 2005. Ese día se presentó en el
Teatro del Carmen de nuestra ciudad, el disco compacto “Por San Francisco” y
que junto a la banda de música de Canillas de Aceituno, se grabó con la
colaboración de las cofradías residentes en dicho templo veleño para recaudar
fondos y ayudar en su restauración.
En dicho trabajo discográfico, se pueden oír algunos de los temas
propios de la Banda de la Caridad, como son “Flagelación”, “Pobre”, “Paseando
por Vélez”, “Una mañana de Amor”, y “Contigo en el Calvario”, a estas habría
que unir “Caridad” e “Y te fuiste” , esta última dedicada a Ramón, “Amor y
Caridad” etc.
Parecería que aquí se acaba esta historia, pero no es así. Para este
año se tienes planeados varios actos para conmemorar el XV aniversario. Pero quizás,
lo más significativo es que la banda va a cambiar por completo su uniforme, del
que solo se mantendrá, como seña de identidad, el casco de orfebrería con sus
características plumas blancas.
Ya por último, quisiera agradecer en nombre de la banda y de la cofradía, a
todas las personas, organismos e instituciones que de algún modo han colaborado
a que la celebración de este aniversario sea una realidad. A los padres,
esposas o novias de los componentes de la banda por su comprensión y sacrificio
al dejar que estos acudan puntualmente a los ensayos, verdaderas batallas
contra el frio. A las distintas cofradías y hermandades por la confianza
mostrada durante estos años. Pero sobre todo gracias a vosotros, los
componentes de LA BANDA DE LA CARIDAD, que hacéis el milagro cada primavera de que
la Resurrección sea el eco de cada golpe de baqueta sobre la piel del parche;
que la música de las cornetas sea fuente de vida que dibuja en el alma del
sonido una nota de silencio.
